jueves, 29 de diciembre de 2011

Criaturas de la Noche, criaturas oscuras

ALMAS EN PENA


No todas las almas alcanzan el descanso tras la muerte, pues hay algunas que están condenadas a vagar por la tierra durante largo tiempo, a veces durante toda la eternidad.
Para que un alma goce del descanso eterno es necesaria que sea enterrada apropiadamente en un terreno consagrado para ello (cementerio). De lo contrario, el alma corre sin descanso por el mundo de los vivos, buscando a alguien que le de una oportuna sepultura. Se cuenta en Ribesella el caso de un monje que fue enterrado en un cruce de caminos, lejos del campo santo, cuya sepultura aparecía revuelta todas las mañanas.

Los monjes de su monasterio se dieron cuenta de su error, comenzaron a desenterrarlo y en ese momento se les apareció el viejo monje, que les dijo "enterradme en sagrado que estoy en el cielo": Y así hicieron.
Muchas veces, el difunto ha cometido grandes pecados, y está obligado a redimirlos, bien en el Purgatorio, bien formando parte del séquito de la Güestia o bien realizando trabajos para los vivos: Uno de estos pecados es el de cambiar los mojones de sitio.
 
Pero no debemos creer que los difuntos sólo se nos aparecen de forma fantasmagórica: A menudo se convierten en animales, como pájaros, cerdos o mariposas, que se acercan a los vivos para enviarles un mensaje. En este sentido, las aves agoreras, aquéllas que anuncian la muerte y otro tipo de desgracias, no son más que ánimas reencarnadas.
En otras ocasiones, el alma no descansa debido al incumplimiento de una promesa que debíamos de haber cumplido en vida, o por no haber sido celebrado el funeral debido. En las partes más occidentales de Asturias, existe la costumbre de peregrinar a San Andrés de Teixido (Galicia), y se piensa que todo aquél que no lo visite en vida tendrá que ir de una manera u otra tras la muerte. De ahí que en esas zonas se recite la frase ¡a San Andrés de Teixido, vai morto o que non foi de vivo!. Pero el centro de peregrinación más importante de todos es el de Santiago de Compostela. Cuenta la leyenda que Santiago estaba muy afligido por haberse situado su definitiva sepultura en el extremo del mundo, pero Jesucristo le consoló diciendo que todos habrían de ir a visitarle sino en vida, sí tras la muerte, y por ello todos nosotros habremos de ir a peregrinar a Santiago por lo menos una vez en la vida.
Mirad el cielo en una noche de verano: Está lleno de luminarias, de centelleantes estrellas. Mas, ¿qué es aquél reguero informe de aspecto lechoso que cruza el firmamento? Es la Vía Láctea...formada por almas...que tras la muerte realizan...el Camino de Santiago.
 

ÁNIMAS VIVAS

Las ánimas vivas o muertos vivientes son un caso peculiar, pues consisten en personas que han fallecido, pero que en lugar de quedarse quedarse quietas para siempre y convertirse en polvo, son capaces de realizar prodigios de todo tipo.
La primera ánima viva que se vio se llamaba Magdalena, y era de Congosto (Bierzo), tal y como nos relata Constantino Cabal. Era una niña preciosa y de tez blanca y suave, 
 
pero desgraciadamente se murió, y cuando su padre se disponía a enterrarla ella pronunció estas palabras: "¡Padre, Padre! Váigame a por agua a la fontina". El padre así hizo y tras ello avisó al cura, el cual vino y le preguntó a la niña si quería que la enterrasen, a lo que ella se negó.
Entonces comenzó a venir gente de las comarcas vecinas para ver el prodigio: Magdalena era capaz de adivinar todo lo que estaba pasando, y además daba consejos a todo aquél que la visitase. Tenía una sed atroz, y los vecinos la llamaban el ánima viva.
 
El caso es que ella dijo "En el mundo habrá otra como yo, pero no puedo precisaros dónde", y efectivamente, apareció otra ánima viva, pero esta vez en Villar de Allones (Somiedu). Se trataba de otra niña, llamada Celestina, a la cual le salió un día un grano en la punta de la nariz, y luego le salieron otros en toda la cara, dejándola deformada. Celestina ya no pudo salir a pastar con las ovejas, y tuvo que quedarse postrada permanentemente en la cama. Todo el mundo la daba por pérdida, pero pronto descubrieron sus dones: Era capaz de hacer que sanasen los animales y las personas, de forma casi milagrosa, y también profetizaba el futuro. Tal era la cantidad de gente que la visitaba y le dejaba limosnas, que llegó a reunir una gran suma de dinero.
 

ANTROXU

En el solsticio de invierno, cuando el Sol está en su punto más bajo, el día es más corto y la noche más larga, la tierra queda bajo el reinado de las tinieblas. Quedamos desprotegidos entonces de los espíritus del inframundo que vienen a invadir nuestro mundo.

 
A diferencia del Solsiticio de verano (nueche de San Xuan) en el que se aparecen seres tan positivos como les xanes, en el de invierno lo que se aparecen son seres sobrenaturales, pero seres más relacionados con las tinieblas y la muerte... principalmente bruxes y demonios, seres que vienen al mundo de los vivos con la intención de hacer el mal. Por eso es necesario protegerse de ellos y espantarlos mediante bailes de máscaras, haciendo todo el ruido y jaleo posible. Estas procesiones deberán de durar durante unas cuantas semanas en las que desfilaran personajes como el guirria, el sidru y los vexigueros.
Las ánimas de los difuntos también pueden visitar sus antiguos hogares por estas fechas. Por ello es necesario el dejar comida en la casa por las noches en las que se pensaba que iban a venir a las que fueron sus antiguas casas.

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